Imprimir en verde: anatomía de las sostenibles en Méjico

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El uso de dispositivos electrónicos ha crecido en los últimos tiempos y copan un número importante de nuestros quehaceres cotidianos, con el móvil como principal artilugio. A pesar de esa dinámica, resulta sorprendente el uso que todavía seguimos haciendo del papel. En este artículo reflexionamos e instruimos sobre la importante de facilitar y potenciar una industria ecológica en el uso del papel.

Algunos datos sirven para contextualizar el desarrollo de una industria y analizar los hábitos de los usuarios. Es el caso de la industria papelera de México, que tiene un valor de 12.600 millones de dólares anuales; hablamos del sexto país del mundo en cuanto a reciclaje. Según el Centro de Información y comunicación ambiental de Norte América en México, en el país azteca se producen 22 millones de toneladas al año y poco más del 80% viene del papel reciclado. Casi el 20% restante se obtiene de árboles mejicanos y extranjeros, importándose la celulosa, materia prima para fabricar papel, en este último caso.

En este contexto, nos parece de gran interés analizar cómo funciona una imprenta verde. El caso es que las imprentas que deseen acreditarse como verdes en el país americano deben pasar por una serie de certificaciones, que concretamos a continuación:

-Usar papeles reciclados

-Usar papeles certificados que provienen de bosques sostenibles

-Usar la menor cantidad de sustancias químicas peligrosas posibles

-Usar sustitutos de alcohol, barnices acuosos y tintas con muy bajo contenido de compuestos orgánicos volátiles y sin metales pesados

-Implementar proyectos de ahorro de energía eléctrica y de ahorro de agua.

-Medir emisiones de gases

-Evitar descargas de agua residual y la de separación de residuos

Se trata en suma de participar en proyectos sostenibles. En esa línea, medir la huella de carbono es parte primordial de este proceso y comprende desde la elección de las materias primas al proceso de impresión, pasando por el transporte de los empleados y el de los productos a su destino final. También es importante separar los materiales orgánicos e inorgánicos, algo que en México ya es obligatorio por ley.

El caso es que ser verde no sólo implica prácticas adecuadas, también usar los materiales apropiados. En ese sentido, Estefanía Mireles comenta que para la empresa 4 press implicó un trabajo extra conseguir consumibles (materiales de oficina) de buena calidad y a la vez ecológicos. Ser eco-amigable da un valor añadido a nuestros productos. Y ese mismo valor puede trasmitirse a los productos de los clientes, quienes pueden homologarse como empresas socialmente responsables, que buscaron una imprenta que también se preocupa por el medio ambiente”.

En esta dinámica, el reto estriba en convencer a nuestros clientes de que adopten una cultura y unos usos verdes. Y sí, es verdad que puede ser un poco difícil convencerles de que adopten una conciencia ecológica (aunque cada vez está mejor visto, con el consiguiente aumento de ventas y reputación que a menudo comporta la adopción de esta clase de medidas). Por este motivo, es importante presentar información adecuada, videos y muestras de material terminado a fin de corroborar que la calidad del producto no decrece cuando es tratado con procedimientos sostenibles pero el valor del producto aumenta.

En síntesis: adoptar una cultura verde implica ayudar al medio ambiente y también incluye una parte económica y social. A las empresas hoy en día les interesa ser 100 por ciento sostenibles en estos tres pilares: económico, social y ambiental, porque a todos nos importa el futuro.

La contaminación con el desarrollo industrial no se puede detener. Si hay procesos industriales, por añadidura habrá contaminación, pero lo que se puede hacer es disminuirla. Por eso es tan importante reducir la huella del carbono del producto; sintonía en la que se ha enmarcado todo este artículo, concebido para aumentar la conciencia ecológica de todos los que conformamos el sector.

Agradecemos a la Ingeniera Estefanía Mireles Morales, Coordinador del SGI de 4Press, la ayuda para la elaboración de éste artículo y al portal de Fespa en español por suministrar la información esencial que nutre este reportaje