En el contexto actual de cambio climático y sostenibilidad, las empresas pueden convertir la reducción de residuos en una oportunidad para disminuir costes y aumentar la eficiencia operativa, logrando al mismo tiempo un impacto positivo en su rentabilidad.
1. Eliminación de residuos
Reducir errores y reimpresiones mediante una mejor gestión del color, procesos automatizados de verificación previa y una comunicación clara con los clientes ayuda a minimizar el desperdicio. Además, optimizar el uso de materiales con software de imposición actualizado y tintas a granel reduce costos y mejora la eficiencia.
2. Mantenimiento y gestión de Inventario
Un mantenimiento proactivo evita averías costosas y garantiza que el equipo funcione de manera óptima. Asimismo, una gestión eficaz del inventario asegura que los consumibles y materiales se utilicen antes de que expiren o acumulen polvo, maximizando el retorno de inversión.
3. Actualización de equipos
Sustituir máquinas antiguas por impresoras modernas, como las UV LED, puede reducir significativamente el consumo energético y los tiempos de inactividad. Los equipos más nuevos también ofrecen ventajas en calidad, velocidad y mantenimiento automatizado.
4. Instalaciones y sostenibilidad
Mejorar el aislamiento y la iluminación de los edificios reduce el consumo de energía. Acciones simples como proporcionar ropa de abrigo al personal o instalar sensores en las luces contribuyen a la eficiencia energética. Certificaciones como la ISO 14001 no solo optimiza los recursos, sino que refuerza la imagen de sostenibilidad.
5. Reciclaje y reutilización
Implementar programas de reciclaje y reutilización de materiales puede cumplir con las expectativas de los clientes y generar ingresos adicionales mediante la venta de componentes reciclables.
6. Importancia del Personal
El compromiso y la formación del personal son clave para implementar estas medidas. Políticas de salud y seguridad sólidas mejoran la retención y productividad, reduciendo costes asociados a rotación y accidentes.
Por ello, adoptar prácticas sostenibles no solo responde a demandas regulatorias y del mercado, sino que también convierte la sostenibilidad en un factor estratégico para la competitividad empresarial.
Artículo extraído de FESPA.