¿Preparado para la transformación digital? Sólo una de cada tres empresas españolas lo está

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Las empresas españolas no son ajenas al imponente proceso de globalización y digitalización que se está desarrollando en el ámbito de los negocios, una tendencia que se expresa de manera muy acentuada en nuestro sector. En esta información, nos hacemos eco de las conclusiones de la consultora Roland Berger que, con el apoyo de Siemens, ha elaborado un estudio en el que cuantifica el grado de digitalización que están desarrollando las empresas de nuestro país.

Los réditos de afrontar con garantías la transición hacia el entorno 4.0 de las empresas son numerosos. Entre esos beneficios, ocupa un lugar central la mejora de la cifra de negocio y la optimización de los costes, que pueden bajar hasta un 20%. A nivel macroeconómico, la transformación digital podría implicar un incremento de 120.000 millones de euros sobre el VAB (Valor Añadido Bruto) en 2025 por los sectores analizados en este estudio.

A pesar de este listado de mejoras potenciales, las empresas españolas admiten falta de inversión y formación para avanzar en la digitalización.A este respecto, llama la atención la disparidad que existe entre el lugar que nuestro país ocupa en el ránking de países con un PIB más elevado (somos la decimocuarta nación en ese apartado) y el que desempeñamos en el desarrollo de la digitalización (el 45 a escala mundial). Para reducir este diferencial respecto a otros países, es necesaria una acción coordinada entre la Administración, empresas y asociaciones que impulsen la inversión, potencien la investigación y fomenten el desarrollo de las capacidades digitales, creando así un verdadero ecosistema digital.

No obstante, España debe afrontar diferentes obstáculos para afrontar con éxito esta labor. Un ejemplo significativo de ello son los datos aportados por Eurostat, según los cuales España invierte sólo el 1,2 del PIB en investigación y desarrollo, frente al 3% de Alemania o el 2% de media de la Unión Europea.En ese sentido, hay que apuntar que el factor cultural es clave para favorecer el desarrollo de de la digitalización. Para mantener un proceso de digitalización es necesario mantener unos objetivos de negocio claros, contar con un liderazgo fuerte y desarrollar una cultura corporativa que fomente la adopción de estas nuevas estrategias, impulsadas por las nuevas tecnologías.

Entre los factores que expresan las dificultades para implementar esa cultura digital se encuentran las resistencias al cambio, los costes que comportan esa transformación y la falta de competencias, entre otros.¿Cómo se adecua ese proceso a las exigencias del mercado? La transformación digital debe ser una premisa en la agenda de todos los directivos, que deben liderar esos procesos para asegurar el éxito del cambio. En cualquier caso, existe una contradicción entre lo que dicen los directivos españoles que debe suponer ese cambio y la apuesta tangible de recursos que están realizando para favorecer el mismo.

Según los resultados del informe, solo un 38% de las empresas cuentan con una estrategia digital formalizada mientras que un 26% todavía no tiene un responsable de área digital. Esta carencia de apuesta se manifiesta especialmente en la falta de incorporación de nuevos perfiles profesionales y en la formación a los empleados, ya que el 20% no realiza ningún tipo de formación digital necesaria para gestionar adecuadamente el cambio cultural y dotar a la organización de capacidades digitales.El estudio también establece que los actores principales en el proceso de transformación digital deben ser: las empresas, como líderes del proceso; las asociaciones, como portavoces; y las administraciones, como soporte.

En concreto, para desarrollar el mercado, la UE debería crear un marco regulatorio alineado con la era digital, con un mercado digital único. La administración nacional también debería impulsar la inversión, potenciar la investigación y las capacidades digitales y continuar avanzando en la digitalización de la población. Como consecuencia de todo ello, se propone realizar una ‘llamada a la acción’ para impulsar este proceso, basada en 3 principios: abrir el camino, actuar juntos y crear un ecosistema de la digitalización.Otra de las conclusiones del estudio es que la transformación digital ofrece beneficios tanto cuantitativos —en los resultados económicos de las compañías— como cualitativos —nivel de bienestar de sus empleados—.

Del mismo modo, también estima que, a nivel macroeconómico, la digitalización podría implicar un incremento de 120.000 millones de euros sobre el VAB (valor añadido bruto) en 2025 en los sectores analizados.En resumen, la transformación digital se presenta como el reto más importante para la competitividad de España a medio y largo plazo. A pesar de partir de una posición de desventaja frente a las principales potencias, existen ejemplos de éxito por parte de líderes españoles en todos y cada uno de los sectores de la actividad económica. Es imprescindible una respuesta coral de empresas, asociaciones y administraciones para sistematizar estas mejores prácticas, crear un tejido tecnológico y de innovación y situar la transformación digital como eje irrenunciable en la estrategia de las empresas y la política nacional y regional.

Fuente de contenido: interempresas.net

Fuente de imagen: SERCAMAN